Todos sabemos lo delicioso que es un pan recién horneado. Pero, ¿qué pasa cuando ese pan tiene unos días? La mayoría de los panes comerciales tienden a volverse rancios muy rápidamente, pero ese no es el caso de nuestro pan hecho con harina morena.

Uno de los beneficios de este tipo de pan es su durabilidad. La molienda integral de la harina morena resulta en un pan que se mantiene fresco durante más tiempo, ya que la fibra y los nutrientes del grano entero ayudan a conservar la humedad.

Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para prolongar aún más la vida de tu pan. Por ejemplo, es importante guardar el pan en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol.

Una buena opción es guardar el pan en una bolsa de papel, que permite que el pan respire mientras protege la corteza de la humedad. Y si sabes que no vas a consumir todo el pan en un par de días, puedes incluso congelarlo. El pan hecho con harina morena se congela muy bien y, una vez descongelado, estará casi tan fresco como el día en que lo compraste.